La otra economía » 2009 » December

Notas archivadas en ''

Feliz 2010

Llega el momento de despedir un año y de prepararse para recibir a otro. Se supone que son momentos de revisión, de reflexión y de propósitos de enmienda y a eso dedicaré algunas horas y paseos durante este fin de semana alargado que nos regala el nuevo año nada más comenzar (¡eso es entrar con buen pie!).

Habrá que pensar en cómo pasó este año que ya muere. Seguro que en lo primero en lo que pensaré será en cómo esos años van transcurriendo cada vez más rápido. Habrá que pensar en que uno ya va teniendo una edad en la que hay que vigilar la salud si quiere seguir contándolo. Habrá que pensar en todo lo que se ha ido ganando y en lo que se ha perdido para conseguirlo. Habrá que pensar en todo lo que falta por consolidar y en lo que hay que dejar que acabe derrumbándose. Habrá que pensar en dar gracias por ser moderadamente feliz y en agradecérselo a quienes contribuyen cada mañana a ello. Habrá que ser, en definitiva, agradecido por todo y a todos; no tengo razones para otros sentimientos.

Por eso, y a modo de regalo por el año que acaba, para todas y todos los que os habéis mantenido ahí, ya os conozca personalmente o no, os dejo un fragmento de la música que escucho estos días.

Son versos de un poeta de mi tierra, Manuel Alcántara, en la voz profunda y el sentimiento cálido de Mayte Martín. Todo un regalo para el alma.

¡Feliz año!

Díaz Ferrán: el empresario modelo para la CEOE

Para muchas personas esta Navidad quedará en su biografía como aquella en la que intentaron reunirse con sus familiares después de muchos esfuerzos para ahorrar dinero para un pasaje de avión y un empresario cínico se lo impidió.

Debería ser también la Navidad en la que al resto de empresarios de este país se les cayera la cara de vergüenza al mantener a ese cínico como el máximo representante de la Confederación de Empresarios. Pero parece que no será el caso.

Evidentemente, lo primero es humanamente mucho más grave que lo segundo. Aquéllo supone tragedias personales dolorosas y concretas; esto, sin embargo, se limita al terreno de lo simbólico: ofrece un retrato del tipo de empresario que tenemos en este país y que se entiende perfectamente reflejado y representado en Díaz Ferrán.

Y no es que no crea que puedan sentirse representados por un empresario en quiebra. No, no es eso. Lo que me indigna es que lo mantengan sabiendo que debe 2,5 millones de euros a sus empleados y 16 millones de euros a la Seguridad Social y, aún así, lo consideren legitimado para representarlos en el diálogo social y sentarse frente a los representantes de una clase trabajadora que, evidentemente, no goza de tanta benevolencia por parte de sus acreedores cuando se trata de atender al cumplimiento de sus deudas.

Lo que me indigna es que haya sido un tribunal de Londres el que obligara a la compañía de su propiedad a dejar de vender billetes por no haber pagado el leasing de los aviones con los que opera y no haya sido un tribunal español el que le haya dado cerrojazo por sus deudas con la Seguridad Social y con sus empleados.

Lo que me cabrea es que culpe a la crisis económica de la quiebra cuando la empresa lleva presentando pérdidas desde el año 2006 (32,6 millones de euros) como si nada pudiera imputársele a su gestión.

Pero lo que ya me parece una inmoralidad de tal calibre que debiera inhabilitarle ante sus pares para ocupar cualquier puesto que los representara es la siguiente declaración: “ante la situación vivida por esta compañía, que en estos tiempos estaba sufriendo huelgas, yo mismo no la hubiera elegido para volar“.

Es decir, el cínico de Díaz Ferrán está planteando que el problema de la compañía eran las huelgas de sus empleados y puede que le parezca hasta desproporcionado que después de llevar entre 5 y 7 meses sin cobrar éstos tuvieran que recurrir a ese mecanismo de reivindicación de sus derechos. Y es que ya se sabe: los trabajadores son unos inconscientes y les gusta cobrar cuando trabajan e, incluso, hasta comer todos los días.

Pero lo que es peor es su insinuación de que esas huelgas debían haber sido las que advirtieran a los clientes de que la compañía no iba bien en lugar de ser responsabilidad de sus propietarios, conocedores de la situación de quiebra de la misma, los que evitaran la estafa colectiva dejando de vender billetes para vuelos que, previsiblemente, no iban a poder operar.

Ese es el hombre que los empresarios de este país quieren que les represente y, con esa decisión, todos se retratan.

Felices fiestas

No me gusta la Navidad. No sé por qué; no hay razón objetiva pero cuando llegan estas fechas me parece que la irracionalidad consumista en la que vivimos durante todo el año se manifiesta en toda su crudeza.

Han conseguido que convirtamos unas fiestas que debían estar basadas en el recogimiento y la fraternidad en una orgía del consumo adornada de derroches luminosos y en la que las carencias de quienes no tienen ni para ser ni para dar se hace más hiriente.

No tengo nada contra aquéllos a los que le gusta. Faltaría más. Para gustos los colores, que diría alguno. Pero, insisto, a mí no me gusta, lo que no quita para que no acabe sometiéndome a la mayor parte de sus liturgias a regañadientes y de mala gana.

Eso sí, lo que no hago de mala gana es felicitar a quienes habéis seguido este blog a lo largo del año, a los amigos de siempre y a los que he tenido la suerte de encontrar en este año, a mis seres queridos y a aquellos que siempre están ahí cuando los necesito porque saben que me tienen cuando necesitan de mí.

A todas y todos os deseo felicidad en estas fiestas. Pero no una felicidad abstracta y difusa sino una que sea concreta y precisa. Una que os haga sonreír cuando estéis tristes, que os inunde el pecho cuando sintáis emoción, que os haga llorar cuando sintáis un abrazo, que os haga ser mejores cada día porque sólo así el mundo podrá ser más acogedor para todos.

Para todas y todos, ¡mucha felicidad!

Una de piratas

La crisis del Alakrana puso de manifiesto algo que ya era archiconocido: la esquilmación de los caladeros de pesca de la costa de Somalia como consecuencia de la incapacidad de ese estado, arrasado por guerras y hambrunas, para controlar la actividad pesquera de las grandes empresas del ramo.

Sobre esa cuestión, Joaquín Sempere escribió hace unas semanas un magnífico artículo en Público que recomiendo leer pinchando aquí.

Y, una vez contextualizado el problema, creo que no estaría mal ver este video que colgaron los amigos de Diagonal y que puede que cambie nuestra percepción acerca de quiénes son verdaderamente los piratas del Cuerno de África.

Podéis ver el video en cuestión pinchando aquí (tras saltar la publicidad).

Retorno a La Paz

Ayer llegué a La Paz nuevamente y para apenas una semana. A la alegría del reencuentro con amigos que te reciben como si todo un año no hubiera pasado se une la de llegar justo en el momento en el que Evo Morales conseguía una victoria rotunda en las elecciones generales. Una victoria que le permite enfrentar su próximo mandato sin las ataduras y trabas de una oposición que, como en el caso venezolano, en cuanto se vio sacudida por la aparición de un líder con el que las clases populares se sienten plenamente identificadas se quedó fuera de juego y desapareció de la arena política (lo cual, dicho sea de paso, no siempre es bueno). Síntoma inequívoco de que su proyecto no sólo era minoritario sino de que se encuentra ampliamente agotado en un país que, ya de por sí, mira a su historia con cansancio y hastío.

El reto que se abre ahora no es menor: desarrollar el texto constitucional para ir dándole forma a la nueva República Plurinacional de Bolivia. Un proyecto que sitúa en la inclusión de la mayor parte de la población, hasta ahora invisibilizada, su meta más ambiciosa y, por tanto, en la medida definitoria de su éxito o de su fracaso relativo.

Ahora ya no caben excusas. Las condiciones están dadas para que el avance pueda producirse en condiciones óptimas; para que las transformaciones sean profundas y radicales a favor de los más desfavorecidos. Y éstos las están esperando; no otro es el sentido del mandato encomendado a Evo Morales en estas elecciones ni otro puede ser  norte de todas sus acciones de gobierno. ¡Que la Pachamama lo guarde!

¡Qué cruz!

El presidente del gobierno acaba de declarar que se retirarán los crucifijos de las escuelas “si así lo establece la ley de libertad religiosa” como si esa ley fuera a bajar del monte Sinaí en brazos de algún iluminado y habrá que atenerse a lo que en esas tablas se disponga. Como si la ley de libertad religiosa no fuera como la de Economía Sostenible y no correspondiera al gobierno elaborar sus contenidos en forma de proyecto y presentarla al Congreso. Como si la escuela no fuera un espacio público y no correspondiera al gobierno velar por los símbolos que en ella se exhiben y, por tanto, a todos obligan. Como si en este país y en todo lo relacionado con la Iglesia Católica nadie quiera asumir la responsabilidad de poner los puntos sobre las íes de una vez por todas.

Precisamente ayer en El País, Jorge Urdanoz escribía un magnífico y pedagógico artículo al respecto que os recomiendo leer pinchando aquí. A ver si de una vez por todas entendemos que si no se respeta el espacio público –y la escuela es uno singularmente importante-, estaremos vulnerando los principios más básicos de la convivencia.

Alberto Montero