La otra economía » 2010 » November

Notas archivadas en ''

Irlanda: el milagro que no existió

Hoy publico en Público un artículo sobre el presunto milagro del “tigre irlandés”. Un milagro que, a poco que uno rasque un poco, se encuentra con que no fue tal a pesar de que todo el aparato mediático neoliberal se dedicó a realzarlo como si ese fuera el camino a seguir.

Podéis leerlo aquí.

Ciclo de conferencias sobre la crisis

Esta tarde da comienzo un ciclo de conferencias que, bajo el título de “Crisis Económica: impactos sobre el mundo del trabajo y los derechos sociales”, coordino en la Facultad de Ciencias del Trabajo y que se prolongará, en seis sesiones, a lo largo de este curso.

La conferencia que inaugura el ciclo la imparte esta tarde, a las 19 horas, Juan Torres López, quien será presentado por Teodulfo Lagunero. El título de la misma es “Crisis económica y políticas para hacerle frente: ¿por qué se cayó todo y no se ha hundido nada?”.

La asistencia es libre, así que aquellos que pudierais estar interesados pinchando aquí tendréis acceso al díptico del ciclo. Bienvenidos.

¡Sahara libre ya!

Mientras Marruecos se dedica a masacrar a la población saharaui con la aquiescencia de la comunidad internacional que vuelve la cara ante el amigo marroquí no vaya a ser que se cabree y le dé por promover el islamismo radical o por no contener a la emigración que llega del Sur buscando una vida mejor.

Mientras que la ministra de Exteriores española llama a la “contención y a la calma” a Marruecos y al Polisario, como si el uso de la violencia desproporcionada y unilateral por parte del primero fuera equiparable a la resistencia frente a la misma por parte del segundo.

Mientras que Marruecos expulsa del país a la prensa internacional -incluidos periodistas españoles- para que nadie sea testigo de las salvajadas que están cometiendo y al ministro de la Presidencia española, Ramón Jáuregui, sólo se le ocurre aludir a la soberanía nacional marroquí para justificar la expulsión, olvidando que el Sahara no es territorio marroquí.

Mientras que la palabra “condena” se ha borrado del vocabulario del gobierno español para repudiar la actuación de las fuerzas policiales y militares marroquíes, al tiempo que se ilegalizan partidos políticos en este país porque hacen lo mismo que el gobierno está haciendo ahora: no condenar el uso de la violencia.

Mientras la policía marroquí mata a saharauís con las armas que no sólo le han vendido empresas españolas con el beneplácito del gobierno (145 millones de euros en armas vendidas tan sólo entre enero de 2008 y junio de 2009) sino que les ha donado el propio Estado español y a eso lo llaman “acuerdo de colaboración”.

Mientras todo eso está ocurriendo, una ciudadana española se desgañita ante Naciones Unidas gritando las verdades del barquero a la cara de quienes ni siquiera están interesados en escucharla.

Sólo sé que su nombre es Sara y que sus palabras son las mías. Gracias.

Ayudas agrícolas europeas: los nuevos fondos reservados

Vivimos en una Unión Europea que cada vez se distancia más del común de los ciudadanos y se postra de hinojos ante los intereses de los grandes poderes fácticos, sean éstos de la naturaleza que sean: financieros, comerciales, industriales o, incluso, terratenientes.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea acaba de publicar una sentencia en la que anula parcialmente dos reglamentos europeos que obligaban a la publicación de los datos de los beneficiarios de las ayudas agrícolas de la Unión Europea, en concreto, las percibidas a cuenta del Fondo Europeo de Garantía Agrícola (FEAGA) y del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).

En opinión del Tribunal, la difusión de los beneficiarios de esas ayudas así como de los montantes específicos “constituye una lesión del derecho al respeto de la vida privada y a la protección de datos”. Dicho lo cual, se quedan tan anchos. [Sigue leyendo →]

Un Papa sin medida

O la visita del Papa es la del representante máximo de la Iglesia Católica o es la de un Jefe de Estado. No tengo nada en contra de que venga en calidad de una cosa o de la otra. Me da lo mismo que lo mismo me da.

Ahora bien, de lo que sí estoy en contra es que viniendo en calidad de líder religioso, confunda sus papeles y actúe como Jefe de Estado y viceversa. Y lo que me indigna es que en este Estado aconfesional no sepamos exigirle que venga en calidad de una cosa o de la otra y todas las partes obren en consecuencia.

Porque si viene en calidad de Papa, lo menos que debiera exigírsele es que el coste del tinglado que monta no corra por cuenta del contribuyente sino que lo paguen a escote sus fervorosos seguidores. Igual ya les hace menos gracia divina.

Y no sólo eso, si no que también debiera exigírsele que se ocupara exclusivamente de los asuntos de la fe -esos para los que no es necesaria la comprensión y el raciocinio y basta con la creencia-, y ni se le ocurriera hablar de cuestiones políticas y, mucho menos, permitirse recomendaciones que le vienen largas y que, puestas en boca de cualquier otro Jefe de Estado, serían motivo de un conflicto diplomático grave.

Y es que tiene narices que el Papa llegue a elevar de categoría a la Sagrada Familia (y eso que no está previsto terminarla hasta el 2026) y se permita, de paso, pontificar sobre políticas públicas para las familias de este país.

Él, que es el jefe de Estado de la última teocracia que queda en Europa y el líder de una religión que niega ese derecho a sus fieles más fieles. Él, que acoge y protege en el seno de su comunidad religiosa a más pederastas que ninguna otra organización social reconocida sin que ello se haya traducido en una investigación policial a nivel internacional. Él, que gobierna un Estado cuya única política pública es la intromisión en las decisiones soberanas de los ciudadanos de otros Estados. Él, precisamente él, se permite decir que “La iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización“, (sobre el hombre no ha opinado si debe realizarse en el trabajo y en el bar o en el trabajo y en el estadio de fútbol porque lo del hogar ya se sabe que piensa que es cosa de mujeres) “y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado” (los demás que se fastidien, ¡por modernos!).

A eso se le llama no tener medida: no sólo viene de gorra sino que, además, se lanza a pedir dinero público para los suyos como si alguien le hubiera demandado su opinión al respecto o no supiéramos decidir entre nosotros lo que queremos hacer o dejar de hacer con nuestros impuestos.

A mí me da que en este país, a base de predicar la tolerancia, nos hemos vuelto tontos y hasta el Papa se ha dado cuenta.

¿Alguien puede pensar qué hubiera pasado si esas mismas declaraciones las hubiera hecho el Jefe de Estado de otra teocracia y líder religioso –léase, por ejemplo, el Líder Supremo de Irán, Alí Jameini-, en una visita para inaugurar una mezquita?

No es muy difícil de imaginar: ¡de momento iba a venir ése a decirle al país que ha ganado el Mundial de fútbol lo que debe de hacer el gobierno con las familias españolas! Y es que una cosa es la Alianza de Civilizaciones y otra que te mienten a las madres y a los padres de este país. Salvo si eres el Papa de Roma, claro está, porque entonces tú mismo te das bula para decir lo que te salga del botafumeiro y más si estás en un país aconfesional que sigue financiando a la Iglesia Católica con más de 6 mil millones de euros al año. Pero ese tema, al igual que la ley de libertad religiosa, no lo toquemos, que estamos en crisis y este gobierno tiene que centrarse en sacarnos de ella y estas cuestiones le distraen.

Alberto Montero