La otra economía » 2012 » March

Notas archivadas en ''

Contento en La Paz

Sí, ya estoy en Bolivia y estoy contento. Lo estoy no sólo porque, como más de una vez he contado en este cuaderno, este es un país que me atrae y en el que tengo buenos amigos con los que me gusta compartir un mate, un café o una cerveza mientras ponemos al día nuestras vidas y compartimos nuestra percepción del proceso de transformación social en curso y sus dificultades. También lo estoy porque me gusta pasear las calles de La Paz que tiene uno de los cielos más bonitos bajo los que he vivido y porque por mucho que la recorra nunca deja de sorprenderme.

Pero, sobre todo, estoy contento porque ayer, en Andalucía, se pudo echar el freno al intento de consolidar la mayor concentración del poder político en manos de un partido cuya subordinación al discurso y los poderes dominantes es vergonzosa y se ha hecho más que evidente en apenas 100 días de gobierno; ayer se pudo frenar a un partido que ganó unas elecciones generales sin programa político público pero sí con una agenda oculta concreta: la de hacer lo que les dijeran desde Bruselas y desde los despachos de los grandes banqueros de este país aunque eso supusiera grandes sacrificios… para los demás (¿por qué será que siempre se les olvida esta coletilla?); ayer se pudo frenar a un gobierno que ha aplicado una reforma laboral que desmantela radicalmente las bases tuitivas del derecho del trabajo y convierte al mercado laboral en una selva, al tiempo que anunciaba que la reforma no creará empleo y seguirá aumentando el desempleo; ayer se pudo constatar que el pueblo andaluz es sabio y sólo le han hecho falta 100 días de gobierno para entender que darle tanto poder al Partido Popular en las elecciones generales pudo ser un error que no debía repetirse a nivel autonómico y que si se han ocultado los Presupuestos Generales hasta después de las elecciones andaluzas es porque ni siquiera los votantes de su partido estarán conformes con ellos. Estoy contento porque ayer, en Andalucía, la “sonrisa del régimen” se torció.

Cuando presté mi imagen para el anuncio electoral escribí que lo hacía porque es tiempo de dar la cara por lo que uno cree. Ahora constato que no me equivoqué; que hay mucha gente que ha entendido que de esta crisis no nos sacará ni el PP ni el PSOE, cuyas políticas, aunque difieran en contenidos sustantivos importantes, no se distancian demasiado en lo esencial. Si queremos conseguir otro mundo posible en el que la satisfacción de las necesidades se anteponga al beneficio no puede ser con las recetas de quienes han construido éste. Démosle a otros la oportunidad de demostrar que puede hacerse política de otra forma porque, entre otras cosas, en eso consistía la democracia. ¿O no?

Presentación de “Diario campesino de familia”

Decía Walter Benjamin que existen dos tipos de relatos: los relatos de navegantes y los relatos de campesinos. Los primeros buscan el asombro del lector evocando viajes a mundos remotos y exóticos vedados para cualquiera de nosotros y que sólo son capaces de emprender los valientes, aquellos con el temple necesario para acometer las mil y una vicisitudes que se presentarán durante la aventura. Serán ellos quienes, a su retorno, nos harán revivir en primera persona las penurias que atravesaron y las recompensas que encontraron al llegar a su destino; quienes nos hablarán de mundos lejanos, extraños y ocultos, en los que lo diferente se convierte necesariamente en extraordinario y nos despiertan la necesidad, por un momento, de escapar a nuestras rutinas para tratar de emularlos. Son relatos que nos hablan de lo inaccesible para hacérnoslo posible; que nos hablan de lo distante para acercárnoslo; que despiertan al aventurero frustrado que algunos llevan dentro.

Los relatos de campesinos, por el contrario, no pueden acudir a la épica para atrapar al lector. Son relatos sobre lo cercano, sobre lo que no cambia ni muta más allá de los cambios que impone forzosamente el ciclo natural que llevamos inscrito en nuestro código genético por mucho que tratemos de violentarlo. Los relatos de campesinos nos descubren que a nuestro alrededor sigue existiendo la poesía a pesar de habernos vuelto miopes a ella; nos advierten de que nos hemos desprendido, despreciándolas, de las gafas que nos permitían apreciar esa poesía en los gestos cotidianos, en las formas de vida tradicionales, en el respeto por la madre tierra y sus ciclos, en la sabiduría de nuestros ancestros cuyos conocimientos se trasladan, como el polen, de padres a hijos a poco que éstos estén dispuestos a escucharlos. Por todo ello, los relatos de campesinos son mucho más extraordinarios que los de navegantes: porque nos permiten recuperar y mantener nuestra esencia, esa de la que no cabe fuga alguna.

A nadie se le escapará que el libro que se presenta mañana es un relato de campesinos. No podía ser de otra manera titulándose “Diario campesino de familia”, pero tampoco podía ser de otra manera si uno conoce mínimamente a su autor y a la familia que lo protagoniza: los Hevilla.

Yo los conocí hace algo más de un año a través de mi amigo Paco Puche, el caballero de la cana melena y las causas perdidas que dejan de serlo hasta que a él le da por enfrentarlas, y desde entonces he recuperado, gracias a ellos, multitud de sensaciones perdidas. He redescubierto el sabor de los tomates que saben a tomate en verano y he dejado de comerlos cuando la naturaleza dice que se acabó el calor; he vuelto a “perder el tiempo” lavando la tierra de las lechugas y quitándoles los caracoles; he recuperado los sabores de las frutas y verduras de nuestra tierra, cuyo sabor natural resulta hoy tan exótico como el de las frutas de tierras lejanas; he antepuesto el placer del paladar a la comodidad del envasado; he eliminado intermediarios entre la tierra y mis fogones que sólo sirven para mantener al campesino con el lomo bajo y el bolsillo vacío mientras ellos se apropian de la plusvalía sin haber hundido nunca las manos en la tierra.

Y al tiempo que todo esto pasaba, semanalmente me llegaba un relato de campesinos a mi buzón de correo electrónico. En él Cristóbal nos cuenta qué ha ocurrido esa semana en los campos; a qué se han dedicado y cuáles son sus preocupaciones y sus alegrías. Con esos relatos, recogidos ahora en este libro, nos desvela qué hay detrás de cada verdura que encontramos los fines de semana sobre las precarias mesas de su puesto en los mercadillos ecológicos que se celebran en la comarca; nos hace partícipe de lo extraordinario que se esconde detrás de la rutina de la vida de un campesino; nos transmite, en una palabra, la poesía de la vida, de sus vidas, y con ello llena de nutrientes algo más que nuestra mesa.

Para quienes no los conozcáis, este miércoles día 21 en el IES Vicente Espinel (calle Gaona) a las 18,30 horas, se presenta su libro. Creo que os gustará compartir ese rato con ellos. Yo no sé si podré estar aunque lo intentaré, al día siguiente emprenderé un viaje de navegantes hacia una tierra de campesinos: Bolivia.

Díselo fuerte

Son tiempos duros y peor que se van a poner. Por ello, porque si no se da el combate ahora difícilmente podremos lamentarnos luego, cuando lo poco que va quedando acabe por desaparecer, es por lo que he prestado mi imagen a IU para su campaña publicitaria en Andalucía. No creo que valga mucho (de hecho, no creo que valga nada) pero a ellos les ha parecido que podía ser útil y a mí me parece que son tiempos en los que hay que dar (o al menos prestar sin intereses) la cara por aquello en lo que uno cree.

No soy ni militante de IU ni estoy de acuerdo plenamente con su programa pero dentro del panorama político español es la opción con la que me encuentro más cómodo y, desde luego, en Andalucía me parece la opción más sensata tanto para acabar con décadas de gobierno del PSOE como para impedir que la “sonrisa del régimen” acabe convirtiéndola en su cortijo.

“Por una asamblea constituyente. Una solución democrática a la crisis“, de la Fundación CEPS.

En la Fundación CEPS acabamos de publicar un libro en donde tratamos de poner en valor para el caso español todo lo aprendido en muchos años de trabajo en procesos constituyentes en América Latina

Todo apunta a un progresivo deterioro de las condiciones económicas y sociales en España y en el resto de países periféricos europeos que va a ser muy similar al sufrido en los años noventa en aquella región del mundo; además, esos procesos de depauperización de las clases medias y de caída en la pobreza extrema de las clases populares suelen llevar a momentos de quiebra en los que es difícil adivinar cuáles van a ser las respuestas a tensiones insostenibles. Es por ello que creemos que es necesario abrir el debate constituyente con serenidad, pero también con la firme decisión de desbordar democráticamente los límites que nos impone el actual sistema político y económico no sólo para superar la crisis sino, sobre todo, para transformar esta sociedad en un espacio de bienestar y justicia social generalizados.

Al final de esta nota de prensa de presentación, que os recomiendo leer porque sintetiza perfectamente sus objetivos y contenidos, encontraréis el enlace desde donde podéis descargaros el libro gratuitamente, aunque también está a vuestra disposición en las librerías.

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Alberto Montero